Friday, February 19, 2016

GRITO HACIA ROMA. FEDERICO GARCIA LORCA



Refiriendose a Trump, candidado presidencial:

"Una persona que sólo piensa en la construcción de muros, dondequiera que se encuentren, y no en la construcción de puentes, no es cristiano", dijo el papá Francisco. "Eso no está en el Evangelio".

Don Francisco,
¿es cristiano, está acaso ésta maquinaria
de escalofriantes crimenes y asesinatos masivos
en el Evangelio?:




The Kill Chain.The lethal bureaucracy
behind Obama’s drone war
 
Entónces, ¿no tendría su Eminencia
el deber apostólico 
de criticar también a su presidente Obama,
porque su Santidad sabe muy bien
los  miles de cadáveres
y los miles de metros cúbicos de sangre y dolor
que yacen bajo éstos crimenes de lesa humanidad
sobre los cúales también
hay que tender esa construcción de puentes
que su Santo Oficio le demanda a Trump?
 
Porque ya no hay quien reparta el pan ni el vino,
ni quien cultive hierbas en la boca del muerto,
ni quien abra los linos del reposo,
ni quien llore por las heridas de los elefantes.
No hay más que un millón de herreros
forjando cadenas para los niños que han de venir.
No hay más que un millón de carpinteros
que hacen ataúdes sin cruz.
No hay más que un gentío de lamentos
que se abren las ropas en espera de la bala.
 

El hombre que desprecia la paloma debía hablar,
debía gritar desnudo entre las columnas,
y ponerse una inyección para adquirir la lepra
y llorar un llanto tan terrible
que disolviera sus anillos y sus teléfonos de diamante.
 

Pero el hombre vestido de blanco
ignora el misterio de la espiga,
ignora el gemido de la parturienta,
ignora que Cristo puede dar agua todavía,
ignora que la moneda quema el beso de prodigio
y da la sangre del cordero al pico idiota del faisán.
 
Los maestros enseñan a los niños
una luz maravillosa que viene del monte;
pero lo que llega es una reunión de cloacas
donde gritan las oscuras ninfas del cólera.

Los maestros señalan con devoción
las enormes cúpulas sahumadas;
pero debajo de las estatuas no hay amor,
no hay amor bajo los ojos de cristal definitivo.

El amor está en las carnes desgarradas por la sed,
en la choza diminuta que lucha con la inundación;
el amor está en los fosos

donde luchan las sierpes del hambre,
en el triste mar que mece

los cadáveres de las gaviotas
y en el oscurísimo beso punzante

 debajo de las almohadas.
 
Pero el viejo de las manos traslucidas
dirá: amor, amor, amor,
aclamado por millones de moribundos;
dirá: amor, amor, amor,
entre el tisú estremecido de ternura;
dirá: paz, paz, paz,
entre el tirite de cuchillos y melones de dinamita;
dirá: amor, amor, amor,
hasta que se le pongan de plata los labios.
 
(Grito hacia Roma. Poeta en Nueva York
Federico Garcia Lorca)
 
¿Sabe su Santidad quíen es
el hombre que desprecia la paloma,
el hombre vestido de blanco,
el viejo de las manos traslucidas
que dice:
...amor, amor, amor, 
  aclamado por millones de moribundos...
que dice
...paz, paz, paz,
entre el tirite de cuchillos

y melones de dinamita...?
 
...Es Usted, canalla, sepulcro blanqueado,
 Anti-Cristo.