¿Por qué?
Erich Fromm dice en su
"Psicoanálisis de la Sociedad Contemporanea":
"El 'problema' de la felicidad
es el problema de hacer que las gentes
amen su servidumbre, su explotación,
que esten contentas y felices con ella"
Y es verdad
¿Cómo se puede ser "feliz" de otra forma?
Imposible
Y, naturalmente, siempre 'es triste' ver a alguíen
en éstas 'felices' circunstancias porque sentimos
que estan aceptando su servidumbre
(Que es el peor ejemplo que se puede dar)
Por eso, no hay nada más extraño
que el encontrarase con gentes
que siempre estan, ante uno,
en la obligación de ser felices,
'positivas'
"Oíga --les decimos-- deje de pretender
que es feliz, por favor, y dedíquese
a otras cosas mas productivas"
Y, claro, está también el aspecto
comercial enclavado en el desague
de todo éste drama:
'el feliz' también consume más,
es mas 'homo consumens',
es más caníbal que el 'infeliz',
participa con más entusiamo
en la pista central del "pan y circo",
en el baile de máscaras del carnaval,
su disfraz tiene más colores,
los polícromos colores de un nuevo negocio
que ha surgido y que va viento en popa:
la 'Mercantilización de la Felicidad'.
Ya está en Wall Street.
Y sus acciones --y reacciones--
suben cada día más.
Hoy en día el que 'no es feliz'
es porque no quiere;
es porque no sabe invertir en éste negocio.
Epílogo
"El placer y el disfrure de la vida son inconcebibles sin lucha, dolorosas y desagradables experiencias y auto-confrontaciones. La salud psíquica está caracterizada, no por el Nirvana de la teoría de los yoguis y de los budistas, ni por el hedonismo de los epicureos ni la renunciación monástica. Está caracterizada por la alternación en la constante lucha entre desviación y rectificación, entre error y verdad, entre la racional aversión y la racional aceptación; en resumen, viviendo y sintiendo plenamente todas las contradictorias situaciones de la existencia.
("The Function of the Orgasm"
Wilhelm Reich (Edicion 1973);
pagina 201)
Realmente, la 'hidroeléctrica' moderna lo que ha hecho, pragmáticamente, comercialmente, es levantarle presas al río de la existencia para aprovechar su energía
y que ésta no se pierda y quede desaprovechada
al desembocar al mar natural de lo que nos describe Reich.
Las innumerables presas que hoy en día embalsan
Las innumerables presas que hoy en día embalsan
y estancan nuestra aguas, nuestras corrientes,
son un reflejo de las inmanentes necesidades
que el régimen tiene que llevar a la práctica
para mantener el creciente nivel de plusvalias
que require su desquiciado
y altamente infeliz modus operandi.
Y, naturalmente, en éste contexto objetivo,
la subjetivizacion de la felicidad,
al someterla y regularla bajo un negocio consumista
de las cosas que tenemos que tener
--que comprar-- para "ser feliz",
nos trae éste nefasto y alienante panorama
de total descomposicion social en la que vivimos
que, por más que tratamos de hacer
la vista gorda,
mas la adelgazamos
para ver lo que no se quiere ver
pero que nos afecta lo mismo, claro.
Y dentro de éste enajenante escenario
se nos exige "ser positivos", "be happy".
Y ante éste precipicio que nos ponen
sólo nos quedan dos opciones:
o obedecer y hacer lo que se nos manda
saltando al vacío y estrellandonos contra el suelo
de esa manufacturada y ficticia "felicidad"
que nunca encontramos, o, decirnos:
"Un momento, ¿qué pasa aqui?
¿Qué clase de estafa es ésta?"
Y tratar de responder,
según nuestras circunstancias,
lo mejor que podamos.
Y, naturalmente, en éste contexto objetivo,
la subjetivizacion de la felicidad,
al someterla y regularla bajo un negocio consumista
de las cosas que tenemos que tener
--que comprar-- para "ser feliz",
nos trae éste nefasto y alienante panorama
de total descomposicion social en la que vivimos
que, por más que tratamos de hacer
la vista gorda,
mas la adelgazamos
para ver lo que no se quiere ver
pero que nos afecta lo mismo, claro.
Y dentro de éste enajenante escenario
se nos exige "ser positivos", "be happy".
Y ante éste precipicio que nos ponen
sólo nos quedan dos opciones:
o obedecer y hacer lo que se nos manda
saltando al vacío y estrellandonos contra el suelo
de esa manufacturada y ficticia "felicidad"
que nunca encontramos, o, decirnos:
"Un momento, ¿qué pasa aqui?
¿Qué clase de estafa es ésta?"
Y tratar de responder,
según nuestras circunstancias,
lo mejor que podamos.