Lo que realmente impide, técnicamente, incorporar a España a la modernidad occidental después de la derrota de Hitler en 1945, es la imposibilidad de ilegalizar jurídicamente al régimen franquista-fascista porque ello equivaldría a ilegalizar jurídicamente a la actual monarquía, corolario del "atado y bien atado" que quedó entre nosotros como un eterno fósil.
Y es ésto lo que, nítidamente, representa
el Trauma Histórico Español (THE),
el cual, haciéndo de la "democracia" actual
una aberración jurídica,
y, por lo tanto, de su Jefe de Estado y rey,
se seguirá acarreando hasta
que éste insultivo y arcaizante caso,
único en el mundo,
no sea enfrentado y solucionado lo mismo
que hicieron todas las naciones europeas
al término de la II Guerra Mundial.
Porque, si ésto no es un Trauma Histórico,
¿entónces qué es?: