Constitución Española de 1978,
Artículo 1.1:
España constituye un Estado social y democratico de Derecho.
Articulo 1.2:
La soberanía nacional reside en el pueblo español, del que emanan los poderes del Estado.
Articulo 1.3.: La forma política del Estado español es la Monarquía parlamentaria
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| El momento ha llegado. Sólo hay que tirar del hilo y bajar la guillotina de la RAZON: Porque, Si la soberanía nacional reside en el pueblo español, del que emanan los poderes del Estado, y éste Estado es una Monarquía que implica que el Jefe de Estado no es nombrado por el pueblo del que emanan --precisamente-- los poderes del Estado, ¿cómo puede ser que ésto cumpla con el Articulo 1.1 que dice que España es un estado social y democratico de Derecho? Esto representa, descarada y flagrantemente, una 'Contradiction in terminis' y una 'Contradiction in adjecto' que destruye, insultivamente, el Estado de Derecho. O sea, que a los miembros del Parlamento se pueden elegir, pero el Jefe del Estado que representan esos parlamentarios es mantenido y reproducido, ¡¡¡ generacionalmente !!!, como un intocable feudo de un patrimonio familiar a pasarse de padres a hijos por derecho testicular. ¡Por favor! Tenemos que recordarles a aquellos que aún no lo saben, que no estamos en el siglo XVIII, XIX o XX, ni en la terrorista vaguada histórica del Caudillo de España por la Gracia de Dios ni en la canallesca trancisión de Juan Carlos Sucesor por la Gracia de Franco; ahora nos dicen que estamos en el Articulo 1.1 de la Constitución ...y ésta mascarada, éste facistoide cambalache tan vejatorio a la Dignidad del Pueblo Español no puede continuar por más tiempo: El momento ha llegado. Sólo hay que tirar del hilo y bajar la guillotina de la RAZON: Pero no somos ingenuos. Esto no es un Asalto al Palacio de Invierno del Zar de Turno. No. Porque ya ningún "fantasma recorre Europa..." Ahora son otros los 'fantasmas' que recorren los pueblos reclamando, al menos, DIGNIDAD, después de tres cuartos de siglo de humillaciones y crimenes contra la humanidad y la verdad, y ésta necesidad y demanda consiste en la misma que postula Albert Camus en su "Rebelde": "Hasta aquí, si. A partir de aquí, no" Y el momento ha llegado. Sería un suicidio histórico el desaprovecharlo. |