Cuánto más tiempo pasamos existiendo
más tenemos que resistir la existencia.
Cómo si cada vez fuese
más díficil salir al escenario
y seguir interpretando el papel
que tenemos asignado,
el mismo que siempre fue declamado
con los buenos Apuntadores
que nos decían qué decir y qué hacer
a cada rato.
Pero los Apuntadores
--como todo en ésta vida--
se fueron durmiendo, cansados,
de tanto repetir su falso trabajo;
y al olvidar nuestras líneas
nos dimos cuenta
de que con nuestro Ser no coincidia
la significación que le estábamos dándo.
Fue entónces cuándo comenzamos a escribir,
"Solus ipse", para soltar candados,
y en lugar de representar
el 'libretto' entregado,
fuímos creando nuestro propio espacio.
Dijo Ernesto Sabato que escribía
para resistir la existencia.
Y fue en aquel entónces
cuándo comprobamos los resultados.
Y mediante metáforas, tropos, elípses,
y canibalizando otros cerebros
que por la misma sintáxis ya habían pasado,
fuimos tratando de vaciar el Ser --cargado--
y alejarlo del escenario
...dónde ya se nos olvidó el papel
que teníamos otorgado,
con unos Apuntadores ya dormidos
que se han cansado de decirnos
que debemos decir y hacer
a cada rato.
Asi que hemos optado
por seguir el aforismo de Sabato,
pero escribirle, claro, a la pared,
para resistir aislados
--sin esperanzas de auditorios embelesados--,
porque, ¿quíen va a escuchar
a un actor fracasado
que no se sabe de memoria
el papel que le han dado?
Llevamos en el Cuaderno de Bitácora del Barco (CBB)
1373 entradas; todas sin 'salidas',
todas contra la pared,
resistiendo en la travesía marina de un Barco
en el que vamos de polizón:
no queremos pagar un pasaje
con el que no estamos de acuerdo,
con el que nada tenemos que ver.
Y vamos a continuar con la resistencia
en la travesia marina de éste Barco de la Existencia
con el engaño que la Estafa Burguesa
nos está presentando sobre lo que ocurre en Brasil.