Thursday, March 8, 2012

A TI...

En meditación,
tus ojos cerrados.

Calma de un mundo
hecho pedazos.

Tú pelo,
al viento,
ramas
de pájaros.

Nada pasaba
ni había pasado.

Sólo nidos
de aves nuevas
bordaban tu santuario.

Semillas que crecían
para soplar lo sagrado.

Refugio --siempre--
dónde el río
hallaba su remanso.

Engels habló de tí
--sí, de tí--
cómo lo primero
en ser explotado,
curva ajena sin espacios.

Y seguístes ahí
--aguardándo--,
tu pelo al viento,
rama
de pájaros.

Calma de un mundo
hecho pedazos.

(...El olvido,
--el olvido de tí--
es lo que hace
disecar los vientres
dónde el mundo
se ha creado,
dónde tú meditas 
con tus ojos cerrados)