En meditación,
tus ojos cerrados.
Calma de un mundo
hecho pedazos.
Tú pelo,
al viento,
ramas
de pájaros.
Nada pasaba
ni había pasado.
Refugio --siempre--
dónde el río
hallaba su remanso.
Engels habló de tí
tus ojos cerrados.
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hecho pedazos.
Tú pelo,
al viento,
ramas
de pájaros.
Nada pasaba
ni había pasado.
Sólo nidos
de aves nuevas
bordaban tu santuario.
Semillas que crecían
para soplar lo sagrado.Refugio --siempre--
dónde el río
hallaba su remanso.
Engels habló de tí
--sí, de tí--
cómo lo primero
en ser explotado,
curva ajena sin espacios.
Y seguístes ahí
--aguardándo--,
tu pelo al viento,
rama
de pájaros.
Calma de un mundo
hecho pedazos.
(...El olvido,
--el olvido de tí--
es lo que hace
disecar los vientres
dónde el mundo
se ha creado,
dónde tú meditas
con tus ojos cerrados)