Ahora paso tiempo junto al mar.
Mirándo al mar.
Oyéndo al mar.
Ensimismado en él.
¿Qué dice el mar?
¿Qué nos dice el mar?
¿Qué clase de sonido,
de canto,
de melodía,
de rumor,
nos trae el mar?
¿Es una canción de cuna
que nos duerme
o una invitación a despertar,
a anhelar, a navegar?
"El mar, el mar, y no pensar..."
Y me dejo llevar...
Dejarse llevar es el mar.
A veces nos lleva lejos, lejos,
y nos cuesta regresar.
A veces nos lleva lejos, lejos,
y no queremos volver atrás.
Aveces, nímbica soñolencia,
nos arrulla, cerca,
en limbo de paz.
Todo es un ingrávido viaje
al horizonte,
al espejismo dónde el cielo
lo parece tocar.
Todo es un alado viaje,
un barco que nos lleva
afuera de la Carga de la Humanidad...
...Dónde un Nirvana ataráxico
nos cura --momentáneamente--
la enfermedad.
(Es tan sólo un respiro,
una pausa,
un paseo de ida y vuelta
para volver a empezar)
Por eso ahora
paso tiempo oyéndo al mar.
No quiero oír nada más.