Este vídeo -de YouTube- sólo pretende dar a conocer
lo que todos tenemos derecho a saber, máxime hoy en día
 cuándo estos "procedimientos" cada vez abarcan 
a mayor número de personas
TOTAL BARBARISMO, 
ABSOLUTA PROFANACION 
DE LA MUERTE: 
YA NO MORIMOS: DESAPARECEMOS, 
sin dejar rastros, 
esqueletos, 
huesos, 
huellas, 
reliquias, 
residuos, 
fósiles, 
ADN, 
sentimientos y recuerdos 
que ya no pueden transferirse 
a un residuo concreto, 
a una huella, 
a una sepultura 
donde está enterrado el muerto: 
NADA.
Y todo porque hay UNA INDUSTRIA 
al respecto que se ha encargado de vender 
ESTE PRODUCTO COMO UNO MAS 
DEL MERCADO DE LOS VIVOS 
Y AHORA DE LOS MUERTOS. 
Y hemos aceptado este BARBARISMO, 
esta ABSOLUTA PROFANACION 
DE LA MUERTE, 
como otra "cosa más a consumir" 
SIN PENSAR, SIN DARNOS CUENTA 
DE LO QUE ESTAMOS HACIENDO:
porque la Industria de la llamada 
"cremación" cada día impone más y más 
su sacrílego negocio que, 
viento en popa, va subiendo...
¿Por qué no dejar al proceso normal
de la NATURALEZA que nos diluya
en su espacio-tiempo
en lugar de precipitarlo todo en unas horas
para que los inversionistas en hornos crematorios
recuperen rápidamente sus ganancias
y se sientan que han invertido bien sus dineros?
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Post Data
¿Qué dice la Iglesia Católica al respecto?
I. La Resurrección de Cristo y la Nuestra
Revelación progresiva de la Resurrección
La resurrección de los muertos fue revelada progresivamente por Dios a su Pueblo. La esperanza en la resurrección corporal de los muertos se impuso como una consecuencia intrínseca de la fe en un Dios creador del hombre todo entero, alma y cuerpo. El creador del cielo y de la tierra es también Aquél que mantiene fielmente su Alianza con Abraham y su descendencia. En esta doble perspectiva comienza a expresarse la fe en la resurrección. En sus pruebas, los mártires Macabeos confiesan:
«El Rey del mundo, a nosotros que morimos por sus leyes, nos resucitará a una vida eterna» (2 M 7, 9). «Es preferible morir a manos de los hombres con la esperanza que Dios otorga de ser resucitados de nuevo por él» (2 M 7, 14; cf. 2 M 7, 29; Dn 12, 1-13).
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Ahora la pregunta se hace legítima:
¿Se hace factible y posible la resurrección 
de las cenizas?
Y sin tratar de ser cínicos:
¿O es que el Banco el Espíritu Santo (del Vaticano)
tiene inversiones en esta 'industria'
y hace la vista gorda al recomendarles a sus fieles
el pasodoble de que es su libre albedrío
dónde deben de apoyar su decisión al respecto? 
