La Madre y el Hijo
es necesario dormir,
no pensar,
no sentir,
no soñar...
-Madre, para descansar,
morir"
Antonio Machado
¿Es verdad, Madre,
lo que creo
que para descansar
hay que morir?
-No, hijo, para descansar,
es necesario dormir,
no sentir...
-Es que yo no se dormir,
ni dejar de sentir...
Minas ocultas me asaltan
desde mis heridas,
desde este mundo desalmado
que se nos pulveriza,
como si en el desfiladero
por dónde camino
emboscasen mi espíritu
y no hubiesen salidas...
soy ya un vivo muerto,
un muerto vivo
que gira y gira
con el mismo viento
que esculpe
sus cornisas
que sólo quieren descansar
en lugar de adornar
lo que ya son injusticias:
descansar,
descansar de tanto vivir,
de tanto sentir,
de tanto soñar.
¿Entiendes, Madre?
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¿Tendría lugar este diálogo entre madre e hijo
al cruzar la frontera de Francia aquel día oscuro
y lluvioso de Enero?
Don Antonio iba ya cansado,
muy cansado,
roto,
desnudo de esperanzas,
y ya no creía que para descansar
es necesario dormir,
no pensar,
no sentir,
no soñar...