'Con los Pies por Delante'
Max Aub
"El tiempo encierra
a cada cúal en su nicho
antes de diñarla"
('Reverte de Huelva')
.............................
Y es que la muerte,
como el nacimiento,
es un proceso.
Nacemos
-si es que llegamos a nacer-
mucho después de nacer;
pero morimos
mucho antes de morir:
nos vamos metiendo
en el ataúd poco a poco
Y es que la muerte,
como el nacimiento,
es un proceso.
Nacemos
-si es que llegamos a nacer-
mucho después de nacer;
pero morimos
mucho antes de morir:
nos vamos metiendo
en el ataúd poco a poco
.............................
yo soy una sucesión de 'yoes',
pero ésta sucesión se agrava
y se vuelve alucinante por el hecho
de que todos los 'yoes' están presentes
en cada cosa que hace el 'yo'
(vivimos sobre el fondo de lo
Francisco Umbral
"El hombre es una sucesión de hombres;yo soy una sucesión de 'yoes',
pero ésta sucesión se agrava
y se vuelve alucinante por el hecho
de que todos los 'yoes' están presentes
en cada cosa que hace el 'yo'
(vivimos sobre el fondo de lo
que hemos vivido y nada más),
y el agravamiento final del proceso
es que tantos 'yoes', si bien presentes,
están muertos.
Somos presentes sucesiones de difuntos.
Lo que portamos con nosotros
es que tantos 'yoes', si bien presentes,
están muertos.
Somos presentes sucesiones de difuntos.
Lo que portamos con nosotros
no es una alegre excursión de personalidades
sucesivas y simultáneas:
lo que portamos por la vida
es un carro de muertos,
de los 'yoes' que se nos han ido muríendo
y que nadie entierra,
sino que van tirándo de nosotros
o nosotros tirándo de ellos.
Unas veces mandan los vivos,
y otras veces los muertos."
.............................
Marca el tiempo en su reloj
una sucesión de vivos y muertos
viajando en el mismo vagón
compartido y abierto.
Tira la máquina de este tren
con fuerza y sin saberlo.
Cada cual nace muerto
y vivo al mismo tiempo.
Unas veces mandan los vivos,
y otras veces los muertos
Otras...no entendemos
quien lleva la antorcha
apagada o encendida
para escaparnos
o no vernos...
El tiempo encierra
a cada cúal en su nicho
antes de que el reloj del tiempo
marque la hora para ello...
Aub y Umbral
ya habían pasado
por estos puertos.
Y un día,
--hace mucho tiempo--
copiamos sus escalas,
sus presentimientos,
ese rítmo del misterio
dónde se queda el quantum
para sorprendernos,
un día que el cielo estaba
cargado de exilios y deseos...
:::::::::::::::::::::::::::
POST DATA
1
-Otro de los propósitos del viaje Al-Andulus es visitar
y arreglar un poco el pisito que tenemos en Moguer donde aún vive mi viejísima madre que siempre me dice que hijo por qué nunca vienes a visitarme...que si ya no te acuerdas de mi, etc., etc, las cosas de las madres. La última vez que la visité la encontré muy delgada, casi en los huesos, y demacrada, el pelo largo y sin arreglar, las uñas sin cortar, en fin, un desastre...y me enfadé con ella reprochándole que por qué no se cuida más y que no entiendo el por qué no me deja hacer los trámites para ponerla en una casa dónde atienden a los de su edad porque allí, en aquel piso tan pequeño y sola, no es plan de vivir sanamente...Y siempre, siempre, me contesta lo mismo diciéndome que...hijo, tú hablas asi hasta el día que tú llegues a vivir aquí conmigo, porque te aseguro que cuándo ese día venga...tú tampoco querrás irte de aquí...Déjate de tonterías, madre! -le respondo, sacado de mis casillas-, no tiene sentido lo que dices!. Y ella, con voz socarrona y maliciosa, como si sus años le hubiésen hecho estar de vuelta de todas las cabriolas y presunciones humanas, mirándome fijamente, me suelta: Ya lo verás, ya lo veras, hijo. Claro que el pisito del que estamos hablando, a pesar de que está en la última planta con preciosas vistas sobre la campiña moguereña dónde antaño corría Platero y el poeta, sólo mide 0,80 x 1,80 metros.
2
-Quizás en la vida, en esencia,
todo tenga las mismas medidas
aúnque nunca las percibamos
desde que nos hacen llegar
en un vientre maternal
hasta que nos fuerzan
a salir hacia otro vientre ancestral,
y sin darnos cuenta
siempre vamos caminando
sobre las mismas dimensiones,
sobre el mismo nacimiento,
sobre el mismo entierro,
sobre la misma palingenesia
y sobre los mismos duelos,
y en medio,
una sucesión de 'yoes',
que, en verdad, amigos míos,
no sabe nunca lo que está sucediendo,
y el agravamiento final del proceso
es que tantos 'yoes',
si bien presentes,
están muertos,
depende con qué grado de conciencia
alcemos el vuelo
y retornemos al suelo,
a las mismas medidas
del nicho dónde estamos viviendo.