Monday, November 2, 2020

EN EL "VIENTRE DEL MONSTRUO" COMIENZA A MOVERSE EL CALDERO A HORAS DE LAS "ELECCIONES"...

 Across the country, Proud Boys and MAGA militia types are blocking highways, setting up road blocks and brandishing weapons as an election disaster seems to be inevitable.


Breaking Story: FBI Investigation Proud 

Boys  Ambush of Biden Bus 

as Highways Around the

 Country are Blockaded 

to Stop the Election


Trump has announced the election has ended and for his backers to stop voting and vote counting as was done in 2000...


The message is clear, they are willing to kill to stop an orderly transfer of power, acting on the orders of renegade chief exec, Donnie Trumpstein.

Daily Beast: The FBI has begun investigating Friday’s reported “ambush” of a Biden-Harris campaign bus by pro-Trump demonstrators on a Texas highway, according to the Texas Tribune, which cited a law enforcement official.

The agency confirmed the news on Sunday, noting, “FBI San Antonio is aware of the incident and investigating. No further information is available at this time.”

A Biden campaign official described the group’s actions as an attempt to run the bus, which did not contain either Democratic Party candidate, off the road.

However, multiple sources confirmed that Wendy Davis, a Democratic challenger running in Texas’ 21st Congressional District, was on the bus. President Trump tweeted his support of the aggressive caravan after the incident, crowing, “I LOVE TEXAS!”

MediaMatters:

ANNA KOOIMAN (CO-HOST): Just set the scene for us yesterday because these images are startling when you see the traffic snarls caused by these protesters, disrupters.

SHERIFF PAUL BABEU: Well not only we had miles of backup of vehicles yet these protesters, we all appreciate and protect the First Amendment, freedom of speech and to rally, protest. Yet when you interfere with the public roads, you can’t block traffic. They had vehicles across the road, they had lots of people even tying themselves to the vehicles. And they were given multiple warning by officers to clear the roadway, even given ten minutes, and they still didn’t do that. So they were arrested. Three were arrested, and the rest got out of the way, and we had to tow a number of vehicles.

TUCKER CARLSON (CO-HOST): Hm. So in the name of combating fascism they’re committing it. Just to be clear since you’re a law enforcement official, it’s not legal to block the road even if you’re protesting something, correct?

BABEU: Oh absolutely not. And that’s where — look, we even established places for people to hold peaceful rallies, because we don’t want anybody to get injured. But you cant interfere or stop other people from holding a rally and you certainly can’t impede traffic and that’s what exactly what they did.

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La Lucha de Clases en los USA,
sin líderes, disfrazada 
de "racismo", "Black Lives Matter"
 y "trumpazo",
en su punto mas álgido.

En el "Vientre del Monstruo" (José Martí), el caldero dónde se cocinan los apotégmas --endógenos y exógenos-- del imperialismo, está que arde, y en éstas llamadas "elecciones" que el Partido Capitalista --en sus dos conocidas ramas-- lleva a cabo mediante sus "dos representativos candidatos", ese caldero hierve más que nunca. 

¿Y el pueblo? ¿Y las gentes? ¿Y ese peo-ple? ¿Y ese government of the peo-ple, by the peo-ple, for the peo-ple?  ¿Y la clase trabajadora?  ¿Y la feroz lucha de clases que se está desatando y que éste "trumpazo" --como detonador coyuntural-- está provocando?...¿cómo nunca se nombra por su apropiado nombre para reflejar concretamente lo que está pasando? ¿Será que ha desaparecido las clases sociales y sus luchas del diccionario?

Tenemos que tener en cuenta --para entender-- la facilidad con la que trabajan los servicios de inteligencia (la CIA y demás) afuera: imaginémosnos ahora con la "facilidad" con la que ahora deben de estar trabajando "dentro". 

Aqui lo dejamos, en medio de éstos callejones sin salidas de unos momentos históricos, convulsos y revueltos COMO NUNCA, dónde el Entero Régimen Imperialista, ERI, se tambalea por todos lados, incapaz ya en sus fracasos de enfrentar y resolver las tremendas contradicciones, anatemas y aporías que lo estan ahogando, máxime cuándo su propia casa se le viene abajo. 

Sólo se nos ocurre terminar con la frase de Nietzsche: "Cuándo veas que algo se tambalea, empújalo". ¿Podremos?

AQUI SIGMUND FREUD SE EQUIVOCO: CADA UNO DE NOSOTROS TIENE A TODOS COMO MORTALES MENOS A SÍ MISMO.

 ¿Se habrá equivocado aquí el Maestro?
¿Cómo es posible que el Inconsciente
no sea consciente de sí mismo,
de su propia muerte?

Dónde acertó totalmente fue en ésto:

"Recordemos el viejo apotegma: 
"Si quieres conservar la paz 
prepárate para la guerra"
Pero sería tiempo de modificarlo en:
"Si quieres soportar la vida 
prepárate para la muerte"

Son dos preparaciones distintas para dos clases de guerra. Las dos requieren armas, un buen arsenal con el que combatir al enemigo. La primera es la guerra entre los hombres; la segunda es la guerra entre la vida y la muerte

Las dos requieren un gran preparación civico-militar, disciplinada, estratégica, táctica y logística. 
En las dos nos jugamos la vida, aúnque, obviamente, en la segunda estamos destinados a ser derrotados, pero ésta derrota tiene que ser asimilida con rebeldía metafísica  a la que nos ha ganado la partida, para "perderle el respeto", y la única ideología de guerra al respecto es hacer coincidir, en una coincidentia oppositorum, a los dos vectores del paralelogramo de fuerzas del que disponemos: consciente-inconsciente.

No podemos desconocer el contexto de guerra y muerte en el que Freud, en 1915, se pregunta, ¿qué es la muerte? En el fondo, según el Maestro, nadie cree en su propia muerte, o lo que es lo mismo, en el inconsciente cada uno de nosotros esta convencido de su inmortalidad. Cuesta creerlo hasta tal punto de que, como decimos, no nos parece muy real.

Dejemos al Maestro que nos lo explique a ver si nos puede convencer.

"En resumen: nuestro inconsciente es tan inaccesible a la idea de la muerte propia, tan sanguinario contra los extraños y tan ambivalente en cuanto a las personas queridas, como lo fue el hombre primordial. 

¡Pero cuánto nos hemos alejado de este estado primitivo en nuestra actitud cultural y convencional ante la muerte! 

No es difícil determinar la actuación de la guerra sobre esta dicotomía. Nos despoja de las superposiciones posteriores de la civilización y deja de nuevo al descubierto al hombre primitivo que en nosotros alienta. 

Nos obliga de nuevo a ser héroes que no pueden creer en su propia muerte; presenta a los extraños como enemigos a los que debemos dar o desear la muerte, y nos aconseja sobreponernos a la muerte de las personas queridas. 

Pero acabar con la guerra es imposible; mientras las condiciones de existencia de los pueblos sean tan distintas, y tan violentas las repulsiones entre ellos, tendrá que haber guerras. 

Y entonces surge la interrogación. ¿No deberemos acaso ser nosotros los que cedamos y nos adaptemos a ella? ¿No habremos de confesar que con nuestra actitud civilizada ante la muerte nos hemos elevado una vez más muy por encima de nuestra condición y deberemos, por tanto, renunciar a la mentira y declarar la verdad? ¿No sería mejor dar a la muerte, en la realidad y en nuestros pensamientos, el lugar que le corresponde y dejar volver a la superficie nuestra actitud inconsciente ante la muerte que hasta ahora hemos reprimido tan cuidadosamente?

Esto no parece constituir un progreso, sino más bien, en algunos aspectos, una regresión; pero ofrece la ventaja de tener más en cuenta la verdad y hacer de nuevo más soportable la vida. 

¿No sería mejor dejar a la muerte, en la realidad y en nuestros pensamientos, el lugar que por derecho le corresponde, y sacar a relucir un poco más nuestra actividad inconsciente hacia ella que hasta el presente hemos sofocado con tanto cuidado? Y soportar la vida es, y será siempre, el deber primero de todos los vivientes. La ilusión pierde todo valor cuando nos lo estorba. Recordamos la antigua sentencia si vis pacem, para bellum. Si quieres conservar la paz, prepárate para la guerra. Sería de actualidad modificarlo así: si vis vitam, para morten. Si quieres soportar la vida, prepárate para la muerte.

Lo que llamamos nuestro "inconsciente" --los estratos mas profundos de nuestra mente y alma compuestos por mociones pulsionales-- no conoce absolutamente nada negativo, ninguna negación y, por consiguiente, tampoco conoce la muerte propia a la que podemos darle un contenido negativo; entónces nada pulsional en nosotros solicita la creencia en la muerte"
"Nuestra Actitud ante la Muerte", 1915

Seguimos sin estar convencidos.
Hay algo que se nos escapa.
El 'rompitesta' parace tener piezas que no encajan.
Es que por mas esfuerzo que hacemos nos cuesta admitir que la larga parte sumergida del iceberg no conozca lo que de él hay afuera del agua. 

Nos cuesta creer que esos estratos profundos de nuestras mociones y nociones pulsionales que nos comandan desde el puente de mando de nuestro barco...naveguen en la inopia de no saber el puerto adónde nos dirigimos...como si no tuvieran en su poder la carta de navegación del viaje donde vamos metido desde el nacer.

Porque, vamos a ver: ¿cómo vamos a prepararnos bien y efectivamente para la muerte --con el fín de soportar la vida-- si nuestro inconsciente no la reconoce, la desconoce? 
Es absolutamente imposible. 
Prepararse para la muerte tiene que ser llevado a cabo sobre el establecimiento de la mencionada coincidentia oppositorum entre consciente-inconsciente para que el interrelacionado conocimiento que existe entre ambos fluya y se nutra uno del otro.

El Maestro, para sustentarser, se apoya en lo negativo.
Citémoslo de nuevo: --el inconsciente-- no conoce absolutamente nada negativo, ninguna negación y, por consiguiente, tampoco conoce la muerte propia a la que podemos darle un contenido negativo. ¿Quíen ha dicho que el inconsciente no conoce absolutamente nada negativo y que, por lo tanto, al tener la muerte un contenido negativo el inconsciente no la puede reconocer? Absurdo. 
Aqui Wilhelm Reich nos daría la razón porque él no creía en el instinto de muerte freudiano ni en la negatividad mencionada.

Por favor, don Seguismundo, 
que el inconsciente no es estúpido.