Tuesday, June 4, 2019

"ZURCIENDO OTRA CLASE DE TIEMPO": LA ESTRATEGIA DEL CAOS DIRIGIDO

Image result for LA DOCTRINA DEL SHOCK

La Estrategia del Caos Dirigido

Estados Unidos y la OTAN siguen extendiéndose por el mundo mediante la estrategia ‎Rumsfeld/Cebrowski de destrucción de las estructuras del Estado en los países ‎no integrados a la globalización económica. Y en ese proceso están manipulando a ‎los europeos con la fábula de la «amenaza rusa», sin importarles alimentar el ‎peligro de guerra.‎
 | ROMA (ITALIA)  

(Thierry Meyssan, Manlio Dinucci y Naomi Klein, tres integros  
investigadores que denuncian algo espantoso, y es que en la 
desesperada fase histórica en la que se encuentra el imperialismo y sus 
lacayos europeos no tienen otra forma para defender los intereses de 
clase de los billonarios que representan que la Destrucción, el Caos y el 
Shock.  Por muy horrible y dantesco que parezca ésta es la únia opción 
que les queda al arsenal de su Terrorismo Internacional que ya ha 
agotado todos los recursos disponibles con los que normalmente se 
han impuesto en el mundo para establecer su hegemonia global. Saben, 
perfectamente, que sin ésta Destruccion, Caos y Shock, no podrían 
ganar. Y a ello van. El futuro en ello la razón nos dará) 

Todos contra todos. Esa es la imagen que 
proyectan los medios de difusión del caos que ‎
se extiende a lo largo del sur del Mediterráneo, 
desde Libia hasta Siria. Hasta Washington ‎
parece impotente ante esa situación.

Pero la realidad es diferente. Washington no es un 
aprendiz de mago incapaz de controlar las ‎fuerzas 
que antes puso en marcha. Es más bien el motor 
de una estrategia –la estrategia del ‎caos– que, 
mediante la destrucción de Estados enteros, 
provoca una reacción en cadena de ‎conflictos 
que utiliza siguiendo la antigua estrategia: «divide y 
vencerás». ‎

Vencedores de la guerra fría, en 1991, Estados 
Unidos se autoproclamó «único Estado con una ‎
fuerza, un alcance y una influencia 
multidimensionales –política, económica y militar– 
realmente ‎mundiales» y se propuso «impedir que 
cualquier otra potencia hostil domine una región –
Europa ‎occidental, el este de Asia, el territorio de 
la antigua Unión Soviética y el Medio Oriente– 
cuyos ‎recursos bastarían para generar una 
potencia mundial». ‎

Desde entonces, Estados Unidos y la OTAN bajo 
sus órdenes han fragmentado y destruido uno ‎a 
uno mediante la guerra los Estados considerados 
como obstáculos para la realización de ‎su plan de 
dominación mundial –Irak, Yugoslavia, Afganistán, 
Libia, Siria y otros– mientras que ‎mantiene en su 
punto de mira a otros Estados más –como Irán y 
Venezuela. ‎

En esa misma estrategia se inscribe el golpe de 
Estado que Estados Unidos y la OTAN ‎orquestaron 
en Ucrania para provocar en Europa un regreso a 
la guerra fría destinado a aislar ‎a Rusia y a reforzar 
la influencia estadounidense en el continente. ‎

Mientras que la atención político-mediática se 
concentra en el conflicto libio, se mantiene en la ‎
sombra el escenario cada vez más amenazante de 
la escalada de la OTAN contra Rusia. ‎La reunión de 
los ministros de Exteriores de los 29 países 
miembros de la OTAN, realizada ‎en Washington el 
4 de abril, para celebrar los 70 años de ese bloque 
militar, afirmó nuevamente –‎sin prueba alguna– 
que «Rusia viola el Tratado INF [1] desplegando en 
Europa nuevos misiles con ‎capacidades 
nucleares». ‎ ‎

Sólo una semana después, el 11 de abril, la OTAN 
anunció que «la actualización» del sistema ‎
estadounidense AEGIS de «defensa antimisiles», 
con base en Deveselu (Rumania), tendrá lugar ‎este 
verano y aseguró que ese proceso «no aportará 
ninguna capacidad ofensiva al sistema». ‎

El hecho es que ese sistema, instalado en Rumania 
y Polonia así como en navíos, es capaz de ‎lanzar 
no sólo misiles antiaéreos sino también misiles 
nucleares. Moscú ya advirtió que ‎si Estados Unidos 
despliega misiles nucleares en Europa, Rusia 
tendrá que desplegar –en suelo ‎ruso– misiles 
similares que apuntarán a las bases europeas. El 
resultado de todo esto es un ‎crecimiento de los 
fondos que los países de la OTAN destinan al 
sector de la «defensa» y los ‎presupuestos militares 
de los miembros europeos de la OTAN, más 
Canadá, aumentarán en ‎‎100 000 millones de 
dólares en 2020. ‎

En su reunión del 4 de abril en Washington, los 
ministros de Exteriores de la OTAN ‎se 
comprometieron principalmente a «enfrentar las 
acciones agresivas de Rusia en el ‎Mar Negro» 
mediante la adopción de «nuevas medidas de 
apoyo a nuestros cercanos asociados, ‎Georgia y 
Ucrania». ‎

Al día siguiente, decenas de barcos de guerra y de 
cazabombarderos de Estados Unidos, Canadá, ‎
Grecia, Holanda, Turquía, Rumania y Bulgaria 
iniciaron en el Mar Negro un ejercicio aeronaval 
de ‎la OTAN al borde de las aguas territoriales de 
Rusia, a partir de los puertos de Odesa (Ucrania) y ‎
de Poti (Georgia). Simultáneamente, más de 50 
cazabombarderos de Estados Unidos, Reino ‎Unido, 
Francia y Holanda emprendían simulacros de 
«misiones aéreas ofensivas de ataque contra ‎
objetivos terrestres y marítimos» despegando 
desde un aeropuerto holandés y realizando ‎
aprovisionamiento en vuelo. También se supo que 
la OTAN enviará varios cazabombarderos ‎‎
Eurofighter italianos a realizar nuevamente 
misiones de patrullaje sobre la región báltica ante 
la ‎‎«amenaza» de los aviones rusos.‎

La cuerda está cada vez más tensa y puede 
romperse (o puede ocurrir que alguien la rompa) 
en ‎cualquier momento arrastrándonos a todos a 
un caos mucho más peligroso que el de Libia. 
[1] El Tratado INF, firmado entre Estados Unidos y la URSS en ‎diciembre de 1987, prohíbe los misiles nucleares de alcance intermedio, tanto nucleares como ‎convencionales. Nota de la Red Voltaire.