Sunday, November 11, 2018

PARADA



Son las dos y media de la madruga
Parada
Stop
Ha cesado el péndulo
El ruído del mundo
El móvil de Heráclito
La idea del bien de Platón
El yo de Fitchte
La substancia de Spinoza...
Todo
Ha parado todo
Se ha ido todo
Soy el único habitante del planeta 
Desde la distancia llega el soneto del mar
(Hoy la presión barométrica lo tiene que facilitar)
Canta un pájaro urbano escondido en un árbol
La noche y el mar es lo que salva a la  Humanidad
En la primera, la locura descansa.
En la segunda la locura acaba.

Hoy no he hecho nada.
No hacer nada.
Retirado del zumbido del mundo, 
sin tiempo, sin horas
En el hic et nunc, en el aqui y ahora, 
he colgado mis batallas.

Cuándo el Bodhidharma llegó a China desde India 
estuvo sentado siete años frente a la pared 
de su cueva de ermitaño y después 
se puso a explicar el Zen.
Siempre me impresionó ésta historia.

En mi sesenta aniversario pasé unos días 
en el Zen Mountain Center y cuándo regresé 
me preguntaron: 
¿Qué, qué tal? 
Fue fácil contestar: 
Cuando llegué me pusieron delante un stop 
y tuve que parar, nada más. 
Es lo mismo --me  dijeron-- 
que cuándo vas en el coche 
y ves un stop y tienes que parar, 
ni lo piensas, paras y nada más.

Y eso fue lo que hice
Y un vacío tras otro vacío me fueron llenando
No hay nada que llene más que el vacío
El Zen tiene 18 vacíos 
que a medida que los vas conociendo
Y dicen los entendidos que al terminar
con todos ellos ya nunca más puedes regresar
al lugar desde el cúal los empezastes a descifrar
Regresas al stop,
 a la parada,
cuándo cesa el péndulo,
cuándo el ruído del mundo ya no te alcanza
El móvil,
la idea del bien,
el yo,
la substancia,
ya no te alcanzan...
Mañana, claro, será otro día
Pero hoy soy el único habitante del planeta
Son las tres y media de la madrugada.