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| La Balsa de la Medusa (Le Radeau de la Méduse), el famoso cuadro del pintor francés, Théodore Géricault. |
Se cuenta del sabio griego Diógenes que un día comenzó a dar un discurso en plena calle que consideraba era muy importante y serio para los atenienses. Pero nadie parecía escucharle. Las gentes pasaban de largo sin atender a sus palabras. Entónces empezó a cantar haciéndo bufonadas, a gorgojear y trinar cómicamente como los pájaros. Y pronto estuvo rodeado por una multitud que, asombrada, no dejaba de mirarle. Inmediatamente, Diógenes aprovechó la oportunidad para increparlos: "Os paráis a escuchar como un tonto canta, dice tonterías e imita estúpidamente a los pájaros, y pasáis de largo cuándo un sabio os habla de cosas que deberían de importaros"
Dicho por Diógenes, Pedro o Juan, es algo Universal que nos involucra y nos atañe a todos por igual porque es la historia de lo que ha pasado, pasa, y permanecerá.
Lo hemos querido plasmar con la --falsa-- "Libertad", ese espejismo que nos está llevando,
paso a paso, ola a ola, a éste Naufragio,
con la crucial distinción de que en éste,
a diferencia de la Balsa de la Medusa,
hasta la primera clase quedará afectada...
tan enorme es y será su magnitud.