Saturday, November 26, 2016

¿QUÍEN HA DICHO QUE FIDEL HA MUERTO?


¿Quién ha dicho que Fidel ha muerto,
quién, quién lo ha dicho?

¿Quién ha dicho que Fidel ha muerto?
Lo han dicho los muertos.
 


Hoy, precisamente hoy,
hemos tenido la prueba
de que Fidel no ha muerto,
que vive y vivirá.

¿Quién ha dicho que Fidel ha muerto,
quién, quién lo ha dicho?
Lo han dicho los muertos.
Los vivos decimos que sigue viviendo.
que vive y vivirá...

¿Que quién es Fidel?

Fidel es el Pueblo,
los Pueblos

Y ésto,
ésto,
es lo que les da miedo,
mucho miedo...

¡Uy, que miedo les da la Justicia Social,
la Dignidad,
la Resistencia,
la Independencia...!

Por eso lo  intentaron 629 veces
sacar de en medio.

Pero se equivocaron
en la ceguera y epilepsia
que les causa la fuerza de los Pueblos 

Han habido muchos próceres revolucionarios,
heróicos, grandiosos,
pero otros, muy pocos,
cruzan la línea esencial
y quedan convertidos en Prometeos.

Hoy es el día de uno de ellos

¿Quién ha dicho que Fidel ha muerto,
quién, quién lo ha dicho?
Lo han dicho los muertos.
Los vivos decimos que sigue viviendo,
que vive y vivirá en todos los Pueblos.

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LA "VIOLENCIA DE GÉNERO"...SALARIAL EN ESPAÑA

                                                                                    
"Los orígenes de la esclavización de la mujer
se remontan al surgimiento de la propiedad privada
y la sociedad de clases"
Friedrich Engels
 
La brecha salarial entre hombres y mujeres para salarios brutos anuales alcanza el 24% en España, la más alta de los últimos seis años, según los datos de la última Encuesta Anual de Estructura Salarial publicada en junio de 2015, con datos de 2013, que recoge el informe 'La igualdad salarial, un objetivo pendiente' elaborado por UGT
 
En palabras de la secretaria para la Igualdad de UGT, Almudena Fontecha, "el aumento de la brecha salarial tiene relación con las decisiones en política económica y los recortes del Estado del bienestar".
 
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La tradición marxista asume, desde sus orígenes, con los escritos de Karl Marx y Friedrich Engels, la lucha por la liberación de la mujer. Ya desde el “Manifiesto Comunista”, Marx y Engels argumentaron como la clase dominante oprime a las mujeres, relegándolas a “ciudadanas de segunda clase” en la sociedad y dentro de la familia.

Marx no dedicó mucho espacio en El Capital a describir el papel que cumple el trabajo doméstico de las mujeres bajo el capitalismo. Tampoco examinó el origen de la opresión de la mujer en la sociedad de clases, a pesar de que tomó extensas notas etnológicas sobre este tema hacia el final de su vida.

Después de la muerte de Marx, Engels utilizó algunas de aquellas notas para su libro: “El Origen de la Familia, la Propiedad Privada y el Estado”, donde analizaba el surgimiento de la opresión de las mujeres como el producto de la aparición de la sociedad de clases y de la familia nuclear.

A pesar de que han sido necesarias varias revisiones para actualizar las tesis del libro de Engels, fueron pioneras, en su momento, como contribución a la comprensión de la opresión de las mujeres; en particular, porque Engels escribía en la Inglaterra victoriana, que no era, desde luego, una era ilustrada en lo que se refiere a la situación de las mujeres.

De hecho, en “El Origen…” es más que notable la cuidadosa atención que Engels dedica a los aspectos personales de la opresión de las mujeres dentro del marco familiar, incluyendo la extrema degradación sufrida por las mujeres a manos de sus maridos, con un grado de desigualdad desconocida en las sociedades anteriores.

Engels califica el surgimiento de la familia nuclear como “la derrota histórica del sexo femenino a nivel mundial”. Aunque las notas de Marx sugieren que esta derrota histórica mundial se inicia y desarrolla durante un periodo de tiempo mas extenso, precediendo y conduciendo a la aparición de la sociedad de clases, con el resultado final de un enorme retroceso en la igualdad de las mujeres respecto de los hombres.
 
La violencia machista en el capitalismo
hay que entenderla como estructural parte
del completo holograma
de la violencia y crasas desigualdades sociales
que con-forman (y de-formam) una sociedad
que dice combatir las mismas distorsiones
que, precisamente, ella misma provocava.