Wednesday, August 3, 2016

LA RÁBIDA, HUELVA. 3 DE AGOSTO. HACE 524 AÑOS

Seguimos en las mismas y con los mismos.
Pero peor.

Porque ahora se hace lo mismo apretando un botón,
a distancia,
sin mancharnos de sangre,
evangelizando a otra clase de salvajes
para que encuentren su redención.

Es lo que han descubierto
ésta otra clase de descubridores
de éste nuevo continente moderno
de la conquista, el saqueo,
la masacre y la crasa explotación.

Y la Cruz sigue yendo con ellos en sus carabelas
como símbolo de su Dios:
"In God We Trust",
calavera y huesos en sus banderas,
derretido el corazón.

Ayer fueron cincuenta millones de nativos,
sin alma,
(que el papa Pablo III, en su bula Sublimis Deus, se las restituyó)
que poblaban las tierras al otro lado del mar,
hoy son los nativos de otros muchos países
que continúan sin alma bajo los Drones
y las mortíferas armas imperialistas
de la misma evangelizadora civilización
los que están necesitando otra Sublimis Deus,
que, al otorgarles los básicos derechos humanos,
sean considerados como lo que realmente son.

Seguimos en las mismas y con los mismos.
Pero  peor.

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Refectorio donde comían los austeros monjes
Estamos escribiendo en el refectorio dónde comían los  monjes del antiguo convento de La Rabida, dónde se dice que oró Colón (¿tal vez pensando en el otro oro sin acento en la ó?) antes de emprender el famoso viaje
 
Hay misa
Discursos
Entrega de premios a los más adelantados
 
Autoridades civiles y navales, éstas en blancos uniformes enmedallados, conglomeran un arco de triunfo victorioso dónde se percibe ese tufo que los vencedores siempre acarrean en sus equipajes adulados.
 
El campo industrial de Huelva, al  fondo, es un océano plomizo y contaminado que rompe el embrujo del lugar.
 
Parece que el tiempo congelado en las paredes, recuerdos, documentos y cuadros, estuviesen protestando al ser profanados por tantos visitantes que recorren salas, celdas y escaleras, en movimientos turísticos de ver y consumir todo lo que se les ofrece y sale a su paso.
 
Vamos y nos sentamos en el refectorio señalado.
Descansando
Asimilando aquel lugar donde el palimpsesto de la historia
dejó sus huellas y grabados.
Me gusta pararme cuando todos los demás van deambulando.
Es el observador inobservado.
Una indispensable oportunidad para atestiguar
lo que está pasando 
Es la única manera de tratar de cazar el insecto del pasado que nos está picando
 
La Historia pertenece a los vencedores
A los vencedores les pertenece el presente
Al presente pertenecemos todos
Y todos pertenecemos a la Historia
 
El Descubrimiento de Europa
por los Pueblos Nativos Americanos
 
Me viene éste título a la cabeza para descabezar a los  vencedores que están inscritos y descritos en el monasterio de La Rábida y que siguen implantándonos los valores de aquella bien organizada expedición de dónde saldría el fundamentum in re de la originaria acumulación de capital, cimiento sobre el que hoy se alza y se bambolea ésta incivilizada civilización capitalista que sigue cumpliendo a rajatabla aquello que dijo Karl Marx de que el dinero entra en la historia manchado de sangre.
 
Y todo comenzó con el "Descubrimiento de América"
De allí llegó esa primera y general
acumulación de dinero manchado de sangre.
 
Después, lo que se hizo,
cuando el oro y la plata llegaban a España,
fue separar la paja del trigo,
separar la sangre del dinero
para que no manchara las bolsas
de los empresarios y financiadores de aquel viaje.
 
Desde aquel entónces se ha adquirido tal práctica
y maestría en éste delicado y necesario menester
que ya nadie piensa ni cree
que el trigo viene con la paja.
 
Y todo ésto dilucidé y escribí en el refectorio de marras.
La pena fue que en la mesa sólo habían
platos y jarras y no puede comer.