Saturday, September 20, 2014

MAL COMIENZA EL CURSO ESCOLAR EN ESPAÑA









Los Reyes de España, con Juan Carlos de Borbón y Doña Sofía, han innaugurado el nuevo curso escolar en España. Según TVE, "haciéndo la felicidad de los niños" 

Algúnos de los cuales pensaron que, como iban a ver a los reyes, creían que era el día de  los Reyes Magos --nosotros también--, y le pidieron juguetes, pero los  profesores los tuvieron que  convencer de que no era el 6 de Enero.

Pero la mayoría de los niños, al enterarse de que  iban a ver a los reyes, comenzaron a llorar.

Preguntados al respecto, no supieron contestar; sus mentes infantiles no lo pudieron expresar.
 
 Pero cuestionados los padres por si habían hablado con los niños sobre el particular, dijeron que sus hijos le habían confesado que le tenían mucho miedo a los reyes y a las reinas...Por lo que en España ha comenzado mal el nuevo curso escolar.

Las escuelas han prometido que a cada uno de éstos niños se  les asignará un psicólogo para que los pueda tratar, aúnque no se sabe aún con que dinero se les va a pagar porque el presupuesto educacional cada vez se corta mas y mas, asi que, de no ser tratados prontamente, se pasaran llorando todas sus vidas cada vez que los Reyes de España,  con Juan Carlos de Borbon y Doña Sofia, innauguren un nuevo curso escolar...

¿PARA QUÉ VIVIMOS?



Afuera, el cantar de los grillos
levanta compuertas.
Dentro, el motor de la nevera
es barco de timón fijo que navega.

Y en medio, Cronos,
péndulos, galernas,
barcos hundidos
que esperan respuestas.

Y en cualquier lugar,
un Cosmos cuajado de Mentes
que Observan, desde lejos,
sin entender nuestros ríos sin mar.

He sacado a pasear
el  perro de mi  soledad
para que sus necesiades
no manchen la casa
de mi estabilidad.

En el cielo, estrellas.
En la tierra, el tiempo y la muerte,
los dos alternando su pasar.

Y en el aire el misterio que vuela:
bucles sísificos
de todos los días
sin poderlos aplazar.

Si se le pregunta a alguíen
para qué vive
nadie atina con la respuesta,
nadie sabe realmente contestar.

En realidad y en esencia,
nadie sabe para qué vive,
ni la consistencia de las velas
que lo llevan,
ni el genuíno propósito
tras el escaparate
que nos hacen levantar.
No se tiene meta.

Es una embarcación al garete
a la que se le trata de dar
direccionalidad...

Si se lepregunta a alguíen
para qué vive
oíremos toda clase de veletas
apuntando en todos los ángulos
en zig-zags,
pero todos salidos
del mismo tronco,
del mismo deseo de evadirse,
de escapar de la inseguridad,
de la soledad.

A principios del siglo pasado, las personas que acudían al psiquiatra --los que podian pagarlo, claro--, eran, principalmente, personas que sufrian de 'sintomas'.

Tenian un brazo paralizado, un síntoma obsesivo, por ejemplo, la  compulsión de lavarse todo el tiempo, o padecían de ideas obsesivas que no podian dejar.

Es decir estaban enfermos en el  sentido que la palabra "enfermedad" se emplea en medicina; algo les impedían funcionar socialmente según funciona la persona llamada 'normal'. Su concepto de la curación correspondía al concepto de la enfermedad.

Querían liberarse de los sintomas y su idea del "bienestar" era no estar enfermo. Deseaban estar tan bien como la persona media. Estas personas, en una época, constituyeron la mayoría que iba en busca de ayuda profesional.

Ahora, los que buscan esa ayuda, los nuevos pacientes, van a la consulta sin saber de qué sufren exactamente. No se tiene meta. Son galerías y túneles desentibados. (Yo les llamo los desentibados) Se quejan de de-presion, de com-prension, de insomnio, de apatias, de falta de esa fuerza motriz que le dá empujón y sentido a la vida, de ser infelices en su matrimonio, de no disfrutar en el trabajo, de no encajar con los demás.

Pero no ven que su problema no es la depresión, el insomnio, el matrimonio, el trabajo; no se dan cuenta de que ésto son sólo efectos (manifestaciones de otras cosas), no causas, no etiologías.  No perciben que éstos efectos, estas quejas, son sólo la forma consciente en que nuestra cultura, (o, mejor dicho, la cultura de la clase social a la  que pertenecen) les permite expresar, pero no intuyen que es algo mucho mas profundo en su epigénesis y raíz.

(Quizás porque hoy los problemas metafísicos estan encubiertos por el "pragmatismo" del empirismo físico) 

El sentir, el sufrimiento común a éstas manifestaciones, es la enajenación de uno mismo, de nuestros semejantes y de la naturaleza, en una sociedad dónde la deshumanizacion de la humanidad es ya un caballo desbocado que ha perdido las riendas.

El aprehender, intimamente, esa conciencia que, mediante el 'detour' de su latente lenguaje, encubre el hecho de sentir que la vida se nos escapa de las manos como agua y que moriremos sin haber vivido, que existimos con los medios para sentir satisfacción y alegría (nos estamos ocupando de ésta tipología humana, y no de los hambrientos, claro), y que, sin embargo, no estamos contentos. No se tiene meta.

Lo llaman la "maladie du siècle".
El siglo de la fragmentación del hombre:
el nacimiento de la centripeta y letal individualidad,
de la separación,
de los seis cerrojos en la puerta,
de la desintegración de la 'civilización' occidental,
del  "no trespassing private property",
del "solus ipse",
del intramuros que se nos desploma,
del manubrio del consumo que nos consume
...y pare usted el carro, don Pascual...

¿Para qué vive usted?...
Nadie atina con la respuesta

Un momento...
¿No será una pregunta equivocada?
¿No será tambien ésta pregunta producto
de la "maladie du siècle"?

Porque las preguntas tiene el abracadabra intimidativo
de que nunca cuestionamos la validez de las mismas

Porque lo mismo que hay contestaciones erróneas
también hay interrogantes erróneas.

Es lo mismo que el preguntarnos si la vida tiene sentido:
¿tiene sentido ésta pregunta?;
teníamos que preguntarnos;
y no, no lo tiene, claro,
porque si  lo tuviera,
el sin sentido aun sería mayor.

Ahora, después de escribir 
y enrrollarme con todo ésto me doy cuenta de que el preguntarle a cualquier criatura viva que para qué vive tampoco tiene sentido.

Porque antes, cuándo no habían seis cerrojos en la puerta y la individualidad  burguesa aún no había roto la tribu humana, y la "maladie du siècle" estaba tan sólo en lontananza, las gentes no se hacían ésta clase de preguntas de que '¿para qué vive usted?', porque le hubiéran contestado: 'pregúnteselo a su abuela', o algo parecido.

Esta pregunta es, precisamente, efecto, y no causa, del naufragio ontológico actual. 

...Ay, qué bien...asi, descubriendo que no tiene sentido,
salvo por la gruesa alienación bajo la que vivimos, me libro
de hacérmela y de contestarla, porque, la verdad,
entre nos: yo tampoco atinaría con la respuesta.

"YES, WE CAN"

 
"Señor Presidente:
Le estoy muy agradecida
por todo lo que ha hecho por mi"
 
 
"...No tiene por qué, Majestad, 
'Yes, we can'...
Nosotros podemos hacer que las gentes
se sientan contentas con ejercer
su democrático derecho
a decidir su futúro, y nosotros estamos  contentos en ayudarles a decidir
lo mejor para nosotros.
Son términos complementarios
que satisfacen a todos
'Yes, we can'...
Nosotros podemos hacer que todos
quedemos contentos
...salvo que, en algunos casos,
como en Crimea,
aún no hayamos resuelto
con satisfacción ésta operación.
Pero todo se andará...
A propósito, he hablado
con don Juan Carlos de Borbón
ante el problema que también en España
se presentará, y le he dicho
que hable con su hijo,
pero que no se preocupe, 
que todo se arreglará,
porque allí saldrá un SI
...tan sólo lo tendremos que ilegalizar,
nada más.
'Yes, we can'...Majestad.
 
 
"Gracias, Señor Presidente
 
 
              "...No tiene por qué, Majestad, 
                            'Yes, we can'...