"Hay que trabajar, trabajar...Trabajar y ayudar al que lo merece. Trabajar aunque a veces piense uno que realiza un esfuerzo inútil. Trabajar como una forma de protesta. Porque el impulso de uno sería gritar todos los días al despertar en un mundo lleno de injusticias y miserias de todo orden: ¡Protesto! ¡Protesto! ¡Protesto!" (federico garcia lorca)
Se está celebrando en Moscú el campeonato del mundo de atletismo dónde se corre se salta y se lanza.
Entre otros records hay uno en particular que es muy curioso e interesante, y es el que otorga el título más "sui generis" de todos y que está en relación con la Atracción Universal, y es el que obtiene el hombre que más poder tiene en vencer la fuerza del gravedad de La Tierra, y es, naturalmente, el campeón del mundo de salto de altura, y el imbatible record hasta hoy en día lo tiene, por 20 años ya, el cubano Sotomayor: 2,45. ´ Y lo metafórico está también en el hecho de que éste hombre sea cubano, viva en Cuba --y no se haya ido ya al escaparate Maiami--, y sea éste pueblo el que posee el susodicho record de vencer la fuerza de gravedad en el planeta, y preguntamos: ¿se podría parangonar ello con el otro record que tiene Cuba de ser el único país del mundo que, a sólo cien millas del monstruo imperial, es la nación que más alto ha saltado, por su increíble resistencia y vuelo autónomo, frente a la omnimoda y temida fuerza de gravedad de los blasfemos del "In God We Trust"? Comparaciones simbólicas y perifrásicas nada más.
Em Moscú, el ucraniano Bondarenko ganó con unos magníficos 2,41m, pero fallo en poder desbancar la marca de Sotomayor como el hombre que pose, hasta hoy en día, la potencia necesaria para despegarse más alto de la constante fuerza de gravedad a la que todo y todos estamos sometidos en nuestro planeta.
Toda una hazaña que sólo la podemos vislumbrar si tomamos un metro, medimos 2.45 en vertical, y nos imaginamos correr hacia ello, tomar impulso, despegarnos del suelo, y elevarnos sobre esa increíble altura. Y sin dejar lo tropológico a un lado, sería la misma hazaña que imaginarnos a una pequeña isla que, a 166 kilometros, en horizontal y en vertical, de un sempiterno bloqueo y ataques de toda clase e índole, en un olímpico salto de record innaudito, haya sabido saltar triunfalmente sobre todo ello hasta el presente. Otro record mundial, imbatible hasta hoy en día, éste, no por 20 años, sino por ¡54 años!. El mismo que nunca se lo perdonará el "Comité Olímpico-Político" del Imperium.
No podemos dejar pasar la noticia. Es materia prima de alto potencial tropológico, figurativo, parabólico, y de metáfora de complemento preposicional porque aquí el paño, el pañal, es un 'complemento' de la plusvalia (ganar tiempo, ganar dinero), y se ubica, exactamente, en el lugar 'preposicional' que, desde que nacemos, es por dónde más dejamos de trabajar, y es por ello, naturalmente, que el "free world pañalero" ya va detrás de un 'Eureka!' fundamental de cómo hacer que sus empleados y siervos, sin perder tiempo, sin dejar de currelar, puedan, al mismo tiempo que producen, satisfacer las demandas de expulsar los residuos de su fisiologia animal Y ésta es la noticia que no podemos dejar de comentar: "Una empresa maquiladora de capital coreano en
Honduras es investigada por las autoridades de ese país porque supuestamente
obligar a sus empleados a usar pañales para evitar que pierdan tiempo al ir al
baño." Lo que no comprendemos es cómo aún hay trabajadores y trabajadoras que van sin pañales, sin lienzos, sabanillas o telas con las que aguantar lo que la Naturaleza nos ordenó arrojar. No sabemos cómo no se han dado cuenta antes de la cantidad de millones de horas de trabajo que se pierden todos los años en ésta sempiterna necesidad que, muy bien, como ha hecho la empresa de Corea (Corea del Sur, claro, porque en la del Norte hay total libertad para orinar y evacuar) que ahora, en Honduras, con brillantez pragmatica total, parece ser que empieza a lidiar con el problema de manera eficaz y con frontal autoridad. Y en ésta coyuntura ha traspasado a los medios públicos que el golpe de estado hondureño que derrocó al presidente Zelaya se llevó acabo por su política antipañalera que se interponía en el camino de los intereses oligárquicos internacionales que tienen centradas sus estratégicas productivas en transformar el llamado "el tiempo es oro" en otro mas sútil y táctico, aúnque sea al costo de parecer escatológico: "Si el orinar y el evacuar se hacen en pañales y decoro, el tiempo es más oro". Los dos eslogans terminan en oro por lo que se sigue cumpliendo el mismo motivo central bajo el que operan los monopolios. Ni que decir tiene que el Gremio Internacional de Obreros sin Pañales, GIOP, ha protestado la decisión y parece ser que estan dispuestos a ir a una huelga indefinida si el problema no se soluciona. Y en ésto, según se dice, el GIOP no está dispuesto a transigir, al menos, se insinua --aúnque ésto aún no está confirmado--, que los pañales que se usen en sus otros compañeros esten producidos en las fabricas dónde el GIOP labora, lo cual ha complicado el conflicto sindical, que, en ésta encrucijada, ha hecho ver los propios antagonismos existentes dentro de clase obrera que, según ha declarado el inversionista principal de la multinacional coreana, Lao paña-li: "la misma clase obrera se pañaliza a si misma", con lo cual ha querido dvolverle la pelota a los mismos dónde su compañia ha causado el anatema de la crisis. Esperemos que el señor Lobo, sobre las honduras que éste transcendental conundrum fisiologico de tiempo-necesidad ha creado, pueda, con la lobuna actitud que lo caracteriza, ser consciente, como deciamos, de los millones de horas al año que se pierden yendo al baño.