Por mis caminos voy incubando
mi poesía en silencio,
después la guardo en mis cofres
y se la tiro al viento.
Es tan sólo un secreto,
mi secreto,
un juego experimental
que se hace a solas,
cuándo todos estan durmiendo,
y el silencio,
esa lechuza de misterios abiertos,
ha desbandado a todos los carceleros.
Entonces, de puntillas,
avergonzado del atrevimiento,
mi poesía en silencio,
después la guardo en mis cofres
y se la tiro al viento.
Es tan sólo un secreto,
mi secreto,
un juego experimental
que se hace a solas,
cuándo todos estan durmiendo,
y el silencio,
esa lechuza de misterios abiertos,
ha desbandado a todos los carceleros.
Entonces, de puntillas,
avergonzado del atrevimiento,
cómo si se ejecutase una pirueta mortal
que transgrediese normas y pensamientos,
bajo por las galerías
buscando siempre lo mas hondo,
lo mas oscuro y eterno,
lo más taponado, lo más lejos.
Y escarbo con mis manos
y rebusco con mis dedos,
más allá
de la línea permitida,
más allá
de lo que nos han dicho
que podemos,
ilegítimo y blasfemo,
con mi tea encendida,
sin los focos artificiales
que me dieron,
pasando fronteras,
sin límites, sin miedos,minero de estrellas
en la tierra que poseemos.
(Estoy a solas.
Nadie vigila mis sentimientos)
Y así oteo el horizonte de mis sueños,
de mis sospechas y mis credos,
y traspaso a palabras
cada punto que veo.
Y percibo que la inteligencia
la entierran en grandes fosas comunes
para que no moleste
lo que ya está hecho.
Y así atrofian miembros,
se disecan deseos,
se encarcela la razón
y se prohiben los experimentos.
Y así atrofian miembros,
se disecan deseos,
se encarcela la razón
y se prohiben los experimentos.
Y así traspaso a palabras
cada punto que veo.
Y escribo como si alguíen cada punto que veo.
me guiara por dentro,
sin saber bien lo que hago,
sólo dejandome llevar
por un doble que en mi silencio
siempre encuentro,
y me dicta,
y yo obedezco.
por un doble que en mi silencio
siempre encuentro,
y me dicta,
y yo obedezco.
Después salgo a la superficie
y aparecen los carceleros.
Entónces guardo mi poesía
en mis cofresy aparecen los carceleros.
Entónces guardo mi poesía
y se la tiro al viento.
Santa Rosa, California, 1986