Alessandro Ignazio Marcello was an Italian nobleman, poet, philosopher, mathematician and musician. Wikipedia
Es decir, Alessandro Ignazio Marcello, era rico,
en aquella época que la burguesía comercial comenzaba a florecer. Y, viniendo de la contabilidad de los ricos burgueses que detalla la "Forbes List", nos preguntamos :
¿Por qué los ricos ya no componen ésta clase de música?
¿Hay hoy en día algún rico poeta...o filósofo?
¿A que se dedican los ricos de la actualidad?
Es como una Locura Dinámica y con Alas
en la que las cosas,
las máquinas,
los cacharros,
los cachivaches,
los trastes...
todo ese inútil arsenal que se produce y se consume,
nos estuviese consumiendo a nosotros mismos,
y, lo absurdisimo y kafkiano de todo ello,
es que todo éste biopático fetichismo,
toda ésta espiral canibalística que nos engulle,
sólo tiene un 'raison d'etré':
crear 4 billonarios más por semana.
Y nos quedamos oyendo a Alessandro Ignazio en su Adagio in D minor a ver si encontramos las respuestas a éstas preguntas...
¿Qué ha pasado con ésta música?
¿Por qué ya no se compone?
¿Por qué ya no se crea?
¿Alguíen puede contestar?
¿Alguíen tiene la respuesta?
¿Qué ha ocurrido?
¿Qué ha pasado con la belleza?
¿Es que se agrieta el alma?
¿Es que la sensibilidad yace muerta?
¿Es que hemos mecanizado el espíritu hasta tal punto que ya no despierta?
¿Es que hemos robotizado el horizonte dónde antes la curva del cielo y el mar nos abría todas las compuertas?
¿Es que nos han salido tantos callos dentro y afuera que ya no palpamos y experimentamos la sutil delicadeza de tocar el fondo de nuestra ánima como fibra y diapasón que vibra libre ante los sentimientos que nos rebosan y llenan?
¿Quíen contesta?
Hemos perdido los Alessandros Marcellos...¿mereció la pena?
¿Mereció la pena sustituirlos por la televisión, el coche, la bomba atómica, la computadora y el telefono que siempre suena?
¿Quíen contesta?
¿Es que hemos mecanizado el espíritu hasta tal punto que ya no despierta?
¿Es que hemos robotizado el horizonte dónde antes la curva del cielo y el mar nos abría todas las compuertas?
¿Es que nos han salido tantos callos dentro y afuera que ya no palpamos y experimentamos la sutil delicadeza de tocar el fondo de nuestra ánima como fibra y diapasón que vibra libre ante los sentimientos que nos rebosan y llenan?
¿Quíen contesta?
Hemos perdido los Alessandros Marcellos...¿mereció la pena?
¿Mereció la pena sustituirlos por la televisión, el coche, la bomba atómica, la computadora y el telefono que siempre suena?
¿Quíen contesta?
Y Alessandro Ignazio Marcello nos responde con su Adagio.
Y es entónces cuándo nos damos cuenta
de que nos estamos perdiendo
en una tormenta, en un torbellino,
que nos arrastra como un tornado a una pluma.
Y mientras ésta desatada vorágine nos lleva por los aires,
hacemos una pausa dentro de nosotros mismos,
en nuestro santuario endógeno,
y dejamos que el Adagio del noble veneciano nos saque, aúnque sea momentaneamente,
de la debaclé del mundo actual.