"El mayor delito del hombre es el haber nacido",
Don Pedro Calderón de la Barca, 'La Vida es Sueño'.
Hoy es el cumpleaños de mi "delito".
Los cristianos lo llamaron pecado,
"pecado original", el que contraémos al nacer.
Hoy es también el cumpleaños de mi "pecado".
Y como el insígnie pensador, Erich Fromm,
nos dijo que "el nacimiento del hombre es una anomalía",
Hoy es también el cumpleaños de mi "anomalía".
Por eso me han puesto en el pastel tres velitas,
delito,
pecado,
anomalía;
un Dramaturgo,
una Religion,
una Razón que nos guía.
Y me he sentido muy contento
con ésta verdad tan rotúnda y precísa
que pone las cosas en su sitio
para dejarnos de las típicas tonterías,
porque en el cumpleaños
no nos podemos engañar,
sobre todo los viejos pellejos
que ya estamos a las puertas
del Viaje Final
dónde el oráculo
ya no nos hablará.
Y así, éste año,
último de mi decada de los sesenta,
acarrearé,
orgullosa-mente,
esas velitas-verdades
con la mayor alegría,
delito,
pecado,
anomalía.
Y así,
en lo que me queda
del "sueño" calderoníano en ésta vida,
sabré llevar la certeza
de haber encontrado
el sendero que nos libera
de tantas mentecaterías.
Pero doy un soplo y apago las velitas
...¡¡ y se difuminan el delito, el pecado y la anomalía !!...
Y con ellos se van
el Dramaturgo,
la Religión,
la Razón que nos guía,
y me quedo, desnudo, conmigo mísmo,
como dice el Budismo Zen:
"Sin una teja sobre la cabeza,
sin un ladrillo bajo los pies".
Y éste es el anivesario en profundidad
que quiero tener.
