ante la perdida, por toda la eternidad, de Todo. Todo lo que tenemos: nuestro ser.
Y es que, a la vejez ya, a estas alturas, no podemos seguir contandonos cuentos: ya solo tenemos tiempo para no mentirnos,
y al no mentirnos....
nos cagamos de miedo ante la muerte que se avecina.
Cada cual "se caga a su manera"....hay quienes ni usan pañales:
por las piernas abajo corren sus miedos, sin importarles, como algo natural y necesario en este extraña vida de humano: son los que van sin caretas
Hay otros, que si, que se ponen pañales...pero se olvidan de mudarselos y andan con un cierto olor delator por la existencia.
Hay otros, los mas civilizazos, que, cuando le entran la caguitis (de la que estamos hablando) se van al baño, depositan su carga en la taza blanca, apientan la palanquita del agua.....y....¡plaf!...todo se va correr por las cañerias, lejos, hacia las gavias.
Hay otros que van al medico (si no son pobres), toman pildoras y santas pascuas. Los mercados al respecto las tienen todas.
Hay otros, los muchos, que se 'entretienen' con cualquier charamba, con cualquier cosa: trivialidades, superficialidades,
subterfugios,
cosmetica,
lavatoria,
trampas,
para mirar "p'a l'otro lao" y no sentir 'nada'.
Hay otros, muchos, que eligen a dios, la religion, lo mistico: el mas alla: todos los profetas producidos por la humanidad para responder, de una manera "divina", a esa caguitis, y hay algunos de ellos que lo hacen "tan bien", que lo primero eclipsa a lo segundo, y se olvidan de la etiologia que les llevo a sus credos.
Pueden ser muy distintas las respuestas,
pero todos tratamos escapar de lo mismo:
de la sentencia a muerte que acarreamos.
Y a veces no se entiende el por que disimulamos tanto.
